Venezuela, con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, se declaró en emergencia económica para atender la situación del país que después de un año de opacidad reveló una inflación interanual de 141,5 por ciento -la más alta de toda su historia-, y una contracción del 4,5 por ciento.
El país caribeño dejó a la vista los daños que va dejando el desplome de los precios del petróleo y la ineficacia de las políticas económicas del país frente a la crisis que ya se había iniciado en 2014 y que por segundo año consecutivo le dejan con el peor desempeño de la región.
Un informe del Banco Central de Venezuela (BCV) emitido hoy reflejó que el país arrastró la contracción del Producto Interior Bruto durante lo tres primeros trimestres del año: en el primero se contrajo un 1,4 por ciento, luego un retroceso del 4,7 por ciento y en el tercero un 7,1 por ciento.
La institución financiera considera entre los factores que determinaron el comportamiento de la actividad económica la menor disponibilidad de divisas, consecuencia del impacto negativo de la caída de los precios del petróleo del 57,8 por ciento y que cerró del grifo de dólares al país cuyos ingresos dependen en un 95 por ciento del crudo.
El alto costo de la vida de los venezolanos se reflejó en los datos oficiales que evidenciaron una inflación de tres dígitos que durante los primeros nueve meses del 2015 fue de 108,7 por ciento (acumulada) y anualizada al cierre del tercer trimestre de ese año se ubicó en el 141,5 por ciento.
Estos números son los peores datos de inflación que se hayan registrado en la historia del país que vivió una de sus peores crisis en 1996 con una inflación de 103 por ciento, y otra en 1989 con 84,5 por ciento, que degeneró en las protestas y disturbios conocidos como "El Caracazo". (+ Finanzas.com