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La Comisión de la Verdad divulga su informa definitivo con 421 víctimas y 377 acusados

Un aterrador informe de 1.300 páginas, elaborado por la denominada Comisión de la Verdad a lo largo de casi tres años por un equipo de expertos, hecho público hoy, recuenta, muestra y da fe de los peores crímenes cometidos durante la dictadura brasileña, desde 1964 a 1985. Hablan las víctimas, los torturados, a los que colgaban de un palo desnudo mientras les aplicaban descargas eléctricas hasta que perdían el sentido.
El informe contabiliza 421 víctimas mortales o desaparecidos y da los nombres y apellidos de 377 responsables, entre jefes de Estado, policías, médicos y militares acusados de crímenes contra los derechos humanos, de los cuales 191 aún viven. También desfilan los testimonios de los que acabaron confesando después de palizas de días y delataron a sus compañeros y quienes aguantaron los golpes y las amenazas y no abrieron la boca. De los que perdieron a sus hijos y quienes se quedaron huérfanos.
La misma Dilma Rousseff, la presidenta recientemente reelegida y poco proclive a dejarse llevar en público por recuerdos oscuros, fue torturada en una celda de São Paulo cuando tenía poco más de 20 años: “Me estoy acordando muy bien del suelo del baño, del azulejo blanco, de la costra de sangre que se iba formando. Las marcas de la tortura forman parte de mí, yo soy eso”.
Los expertos de la Comisión de la Verdad concluyen que los culpables, amparados por una amnistía dictaminada en 1979 deben encarar las consecuencias de sus actos. Pero expertos legales replican que esto será poco probable, ya que una sentencia del Tribunal Supremo Federal de 2010 avala que esa amnistía se debe aplicar tanto a los crímenes comunes como a las torturas. (EL País)
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